Desde el lunes 8 de enero estuvo peregrinando por la Diócesis la imagen de María Reina de las Misiones que comenzó a recorrer el país a partir de la clausura del Congreso Misionero Nacional realizado el 13, 14 y 15 de octubre en San Luis.
Durante su paso visitó las tres vicarías, siendo parte de su recorrido en especial aquellas ciudades en donde hay presencia de Grupos Misioneros. El objetivo fue que su paso contribuya ‘como modo de reavivar la vocación misionera de nuestra Iglesia y siendo testimonio de ser una sola familia unida por el amor del Padre Dios a través de la Madre de Jesucristo, Reina de las Misiones’.
Los misioneros que la llevaron por las localidades compartieron que: ‘La repercusión de la Virgen ha dejado una esperanza en la Diócesis y en las ciudades que visitó’ acudiendo con confianza abuelos, trabajadores y familias.
Como conclusión final, uno de los misioneros reflexionaba: ‘Es un poco esto, saber en lo más profundo del corazón que la Madre nunca viene sola, porque allí donde está la Madre está el Hijo, y allí donde está el Hijo está la promesa que Él nos envió, el Espíritu Santo.
Aunque haya pasado (o no) de modo desapercibido la visita de María Reina de las Misiones, siento que ha dejado una enorme gracia dada por parte de Dios-Papá, aquella gracia en la que podamos vivir como Diócesis de Azul un Nuevo Pentecostés para toda la Iglesia diocesana, en la que cada bautizado sienta ese compromiso recibido en el bautismo, ser discípulo misionero.’
Saludos en Jesús Resucitado, camino a Emaús
